

Descubra más de Pantalla íntima
¿Cómo puedo detectar mi propio cansancio?
Un curioso beneficio de la lectura que no interesa contar
He descubierto un termómetro efectivo para medir mi fatiga: la lectura. Esta actividad, que era una de mis predilectas en el pasado, se ha convertido en un barómetro útil para determinar cuándo necesito un respiro. El procedimiento es sencillo, si te encuentras entre aquellos que han dejado de lado la lectura de textos más allá de tu smartphone o tablet, te invito a retomarla y probar con una novela, preferiblemente una que te atraiga o resulte interesante.
Identifiqué este vínculo entre el cansancio y la lectura cuando, hace poco, decidí disminuir mis compromisos y sumergirme en la lectura de una novela interesante a través de mi libro electrónico.
Observé que cuando el cansancio se apodera de mí, el sueño me envuelve en cuestión de minutos mientras leo. Esto es una señal incuestionable de mi estado de fatiga. No noto esta misma sensación al navegar por internet o mirar vídeos en YouTube por ejemplo, probablemente debido al constante bombardeo de información diseñado para mantenernos enganchados y alentarnos a seguir haciendo click.
Resulta intrigante cuán inmersos estamos en esta modalidad de consumo de contenidos, y cómo esto afecta nuestro descanso, y consecuentemente, nuestra vitalidad necesaria para asuntos más trascendentales. Hemos adoptado como algo normal este tipo de exposición y creo sinceramente que muchos de nosotros necesitamos un respiro, una desintoxicación de contenidos e información.
Por tanto, ahora, cuando mi cuerpo sugiere cansancio, procuro atender sus señales y concederme una cabezada de ser necesario, para recargar energías. Pruébalo y me cuentas.